miércoles, 18 de diciembre de 2019

¿Existe Latinoamérica?



Pregunta aparentemente desconcertante propuesta por varios medios se comunicación digital[1]  que sirvió de introducción a la presentación de nuestro modelo latinoamericano en la acogedora ciudad de San Luis Potosí (México), durante los días 2 y 3 de diciembre del presente, gracias a la amable invitación hecha por el Maestro Francisco Asís en representación de la directiva de la Universidad Autónoma de la misma ciudad al Foro Internacional de Acompañamiento Escolar”.


¿Existe un territorio relativamente homogéneo que comparta elementos sociopolíticos y culturales comunes?, o simplemente existe una yuxtaposición territorial de países vecinos disimiles en un gran continente alguna vez llamado “Abya Yala[2]”?,(Tierra madura, tierra en florecimiento, tierra viva según lengua  originaria Kuna de la sierra nevada de Santa Marta en Colombia).
Frente a tal pregunta, resulta necesario responder de manera obligada buscando elementos antropológicos e históricos que nos hablen, si no de homogeneidad, si de cierta afinidad y orígenes comunes de los países que comparten los territorios actualmente denominados como Centroamérica y América del Sur.
Es así como nos encontramos con el continente europeo en general y la cultura de la península iberoamericana en particular y el continente africano, como troncos comunes de base étnica/ cultural agenciada por los idiomas español y portugués principalmente, bases innegables de nuestra cultura orgullosamente mestiza, tal vez la más mezclada del mundo.
Elementos comunes a partir del lenguaje y los idiomas abundan a partir de la unión simbiótica entre “Pensamiento y lenguaje”, produciendo cosmovisiones y acciones humanas de factura común que van desde lo elemental de la sabiduría popular expresada en dichos y refranes, hasta la complejidad del pensamiento decolonial contemporáneo acompañado por el resurgimiento de la valoración de la cultura amerindia nativa.

Los medios masivos de comunicación, han contribuido en gran manera a difundir el imaginario de la cultura popular traducido por las artes literarias y escénicas principalmente produciendo así cierta unidad semántica que nos permite compartir universos complejos de significados culturales y aun sociopolíticos.

Por otra parte y de manera más objetiva, compartimos elementos socioeconómicos históricos que de manera contundente y permanente, afectan la vida cotidiana de los ciudadanos de nuestro países y por ende las circunstancias en las que viven nuestros “Orientantes”. Tales elementos son: El manejo político de la deuda externa, La corrupción político administrativa y la mala administración político administrativa; factores que de manera innegable determinan las condiciones de vida en Latinoamérica.

                     Es por todo ello que podemos afirmar que “parece que trabajamos en la misma escuela”, pues en cualquiera de nuestros países atendemos esencialmente las mismas situaciones de alerta en la población escolarizada. En el ámbito académico encontramos con mayor frecuencia situaciones relacionadas con el bajo desempeño escolar y las actualmente denominadas “Necesidades Educativas Diferenciales” (N.E.D). En el ámbito doméstico (familiar y vecinal), encontramos alertas comunes bajo la categoría de “Atención deficiente en salud”, “Atención doméstica deficiente” y “maltrato doméstico”. En el ámbito comunitario (en el cual menor información contamos en los departamentos de Orientación) se encuentra principalmente vinculación con culturas urbanas y/o pandillas, y en el ámbito intrapersonal se han posicionado alertas biopsicosociales intersectoriales tales como: “Comportamientos Oposicionistas Desafiantes”  y  Déficit Atencional con o sin hiperactividad (TDA/H)[3].

                     Frente a tantas situaciones (Treinta alertas biopsicosociales identificadas hasta el momento),parafraseando a Max Neef[4] y llevándonos las manos a la cabeza , nos preguntamos: ¿ Y qué puedo hacer yo?, ¿Si las causas son de naturaleza macrosocial?, Unas serán las acciones humanas desde la perspectiva del ciudadano (Movilizaciones, protestas, marchas, denuncias mediáticas a través de las redes sociales, etc) y otras las que se esperan desde la posición del profesional de la Orientación Educativa.

                     Es precisamente este el motivo por el cual surge la perspectiva ética de la Vida en comunidad, como uno de los grandes objetivos del modelo: “Orientación Transicional para el Sentido Ético de la Vida”.

 De tal manera nos unimos al sentimiento de Saramago proclamamos:

“La alternativa al neoliberalismo es la Conciencia”

Y también replicamos “La alternativa a las pobrezas (Max-Neef)  es el desarrollo de la ConSciencia”







Amilkar A. Brunal

No hay comentarios.:

Publicar un comentario