miércoles, 21 de agosto de 2019

Discusión abierta sobre Orientación , Ética y Convivencia






La ética se constituye en la preocupación por las consecuencias que tienen las acciones de uno sobre otro y adquiere su forma desde la legitimidad del otro como un ser con el cual uno configura un mundo social. Si miramos a las condiciones bajo las cuales surgen nuestras preocupaciones éticas, vemos que todas son condiciones en que el otro tiene presencia y es visto en su legitimidad, y esto ocurre sólo en el dominio de las acciones que constituyen al amor. Es por esto, repetimos, que afirmamos que lo ético surge como preocupación por las consecuencias que nuestras acciones tienen sobre el otro sólo en un ámbito social y jamás van más allá del ámbito social en que surgen.

 El Sentido de lo Humano. Humberto Maturana.



3. Aprendizajes Sociales. Eje Socio-afectivo: Saber Estar/Convivir

Orientación para el desarrollo de la Conciencia Moral

En este capítulo se plantea la Orientación para el desarrollo de la Conciencia Moral[1], como proceso pedagógico para facilitar la búsqueda de “Sentido de la Vida en comunidad” a partir del concepto de “Saber Estar/Convivir como proceso fundamental de la construcción de persona como lo plantea Palacios (2017):




La construcción de: “persona”, implica reconocer que la persona es un ser social, producto y síntesis de un conjunto de relaciones sociales que contraen los hombres en un determinado contexto histórico y sociocultural. Es decir que la conducta, el comportamiento, los aspectos socio afectivos y socio emocionales de cada persona en singular deviene de esos contextos y relaciones sociales”.


Dicho proceso de socialización implica cierto nivel de desarrollo moral. Para desarrollar tales fines, asumimos la perspectiva de Savater (2001) en relación con definiciones de Moral y Ética.

“Moral, es el conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos; «ética» es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras «morales» que tienen personas diferentes”.

Se acoge en este modelo el enfoque de Savater respecto a la conciencia moral, cuando presenta la solución para la imbecilidad moral de la siguiente manera:

Lo contrario de ser moralmente imbécil es tener conciencia. ¿En qué consiste esa conciencia que nos curará de la imbecilidad moral? Fundamentalmente en los siguientes rasgos: a) Saber que no todo da igual porque queremos realmente vivir y además vivir bien, humanamente bien.
 b) Estar dispuestos a fijarnos en si lo que hacemos corresponde a lo que de veras queremos o no.
c) A base de práctica, ir desarrollando el buen gusto moral, de tal modo que haya ciertas cosas que nos repugne espontánea mente hacer (por ejemplo, que le dé a uno «asco» mentir como nos da asco por lo general mear en la sopera de la que vamos a servirnos de inmediato...).
d) Renunciar a buscar coartadas que disimulen que somos libres y por tanto razonablemente responsables de las consecuencias de nuestros actos.

Parafraseando a Savater se considera en este modelo existencial la conciencia moral como:


“Convicción de que las acciones humanas tienen efectos trascendentales diferenciales en la vida de otros dependiendo del interés personal, para lo cual se necesita estar dispuestos a asumir las consecuencias de nuestros actos evaluadas con respecto a nuestras intenciones originales buscando desarrollar criterio moral estético”

Fernando Savater



Se complementa dicho planteamiento asumiendo la postura de Maturana
cuando afirma:



La ética se constituye en la preocupación por las consecuencias que tienen las acciones de uno sobre otro y adquiere su forma desde la legitimidad del otro como un ser con el cual uno configura un mundo social. Si miramos a las condiciones bajo las cuales surgen nuestras preocupaciones éticas, vemos que todas son condiciones en que el otro tiene presencia y es visto en su legitimidad, y esto ocurre sólo en el dominio de las acciones que constituyen al amor. Es por esto, repetimos, que afirmamos que lo ético surge como preocupación por las consecuencias que nuestras acciones tienen sobre el otro sólo en un ámbito social y jamás van más allá del ámbito social en que surgen.

 El Sentido de lo Humano.


           Por otra parte, según González Bello y Chacón (2015), el ejercicio de la Orientación necesita nutrirse de los aspectos sociales para su cualificación:
                      
“… es imperativo y necesario que los profesionales de la Orientación tomen en cuenta los aspectos relacionados con la justicia social en sus actividades profesionales para un mejor abordaje de las necesidades colectivas”


            Por último, Silvia Gabriela Vázquez (2013; 2015; 2017) hace hincapié en el rol del orientador como promotor del “Compromiso Social Aplicado”, noción que ha acuñado para referirse a la consideración de las necesidades sociales al construir un proyecto vocacional:

“Que el Orientante se pregunte
no sólo ¿a qué deseo dedicarme?
O ¿qué me apasiona hacer?
sino además
¿cómo puedo ayudar al otro,
a la sociedad
desde mi rol profesional?”




1.1  Orientación para el Desarrollo Socio Económico
Solidario.

Con base en lo anterior en este modelo se entiende que un medio para fomentar la conciencia comunitaria solidaria[2], consiste en asumir como  metodología apropiada, la “Orientación para el Desarrollo Socio Económico Solidario como proceso pedagógico que facilite el diseño y  construcción de proyectos de vida con alto compromiso social, con perspectiva humanizante como alternativa al desarrollismo neoliberal capitalista salvaje, que permita la humanización de las comunidades en su legítimo derecho de buscar la realización sinérgica de todas sus necesidades axiológico-existenciales.



«Necesitamos competitividad económica
pero sobre todo  necesitamos
 dignidad social.»

Cristovan(Chico)Buarque




3.2 Conciencia Moral y Valoración a la Diversidad Humana. La Dimensión Ética de la Orientación.

La conciencia moral en este contexto se desarrolla en relación con la valoración de las relaciones humanas en todas sus dimensiones. Se toma como referencia las relaciones humanas fundamentales (pareja, familia y grupos colaborativos), en función de realizar las necesidades humanas[3]en ámbitos existencialmente significativos.






«No el Hombre,
sino los hombres
habitan este planeta.
La pluralidad es la ley de la Tierra»

Hanna Arendt
,
 La vida del Espíritu
.




3.2.1 Orientación para la Vida en Pareja (Afectividad y Sexualidad)

            Programa pedagógico dirigido principalmente  hacia la realización de las necesidades axiológico-existenciales de Identidad, Participación y Afecto con base en la identificación y desarrollo de actitudes valorativas para relacionarse moralmente a partir  de los roles de género como un proceso en construcción, transversal al conocimiento y valoración  del propio cuerpo y el del otro, desde todas las dimensiones existenciales del Ser[Tener+Hacer+Estar], facilitando  la construcción de vínculos afectivos biopsicosocialmente saludables”.

  3.2.2 Orientación para la Vida en Familia

            La Orientación Familiar, se entiende como proceso de acompañamiento pedagógico, dirigido a las familias de los y las Orientantes con lo que se busca identificar y comprender las dinámicas sociales que atraviesan en su devenir histórico, a fin de replantear acciones éticas de carácter individual y/o colectivas tendientes a mejorar las relaciones familiares en una comunidad, con el fin de desarrollar sentido de pertenencia, responsabilidad y fraternidad en ámbitos de vida de calidez.



Desde esta mirada de la familia y la escuela como escenarios fundamentales de construcción de subjetividades, resulta necesario fortalecer los procesos formativos que se realizan desde la escuela y desde el campo de la orientación escolar en los niveles comunicativo, socio-afectivo y académico que permitan, especialmente a los estudiantes, tener una base de reflexión crítica y de apoyo para desenvolverse ante la realidad social actual y, a partir de lo cual, cabe plantear los siguientes cuestionamientos:
¿Cómo entender la familia actualmente?; ¿cuál es su rol en la educación de los hijos o miembros? ¿Es aún un referente de sentido para los niños, adolescentes y jóvenes? Y, partir de aquí, ¿cómo orientar desde el ejercicio profesional tanto a los estudiantes como a las familias ante las diferentes circunstancias socio-culturales actuales?
Andrea Mora R[4].

3.2.3 Orientación para la conformación de Grupos Colaborativos.

La orientación para el desarrollo de grupos colaborativos, se concibe como la conformación consciente y voluntaria de equipos cooperativos entendidos como pequeños grupos sociales orientados hacia la realización ética[5], solidaria y ecológica de algunas necesidades axiológico-existenciales tales como: Entendimiento, Protección, Afecto, Identidad, Participación, Creación y Recreación.

Con base en lo anterior este modelo define la “Orientación para desarrollar la conciencia moralcomo proceso de asesoría pedagógica a comunidades educativas conscientes, basado en la Investigación-Acción, social y pedagógica de las necesidades humanas de dichas comunidades desde una alta valoración a la diversidad humana[6] expresada mediante actitudes sociales valorativas tales como la “Alteridad asertiva[7] y el “Liderazgo empático[8]

            Trabaja sobre el desarrollo bio-psico-sociocultural trascendental, para propiciar el desarrollo ético, ecológico y solidario del ser social (persona) mediante el fomento de aprendizajes necesarios para la convivencia proactiva y creativa (Saber Estar/ convivir).
          

Tabla 6. Satisfactores sinérgicos. Necesidades Axiológico-Existenciales (Max-Neef)

NECESIDADES AXIOLÓGICAS
DIMENSIONES EXISTENCIALES
SER
TENER
HACER
ESTAR
Afecto




·       Liderazgo Empático
·         Alteridad asertiva
Creación
Entendimiento
Identidad
Libertad
Participación
Protección
Recreación
Subsistencia

El eje comunitario por lo tanto desarrolla las siguientes líneas de acción:

De tal manera el programa de Orientación para el “Desarrollo de la conciencia moral en este modelo no se puede entender como ejercicio moralizante de la sociedad ya que si bien establece unos mínimos morales de relacionamiento social (valoración de la diversidad) no impone criterios de conducta uniformizantes y en su lugar propone elementos necesarios para construir en conjunto acuerdos de convivencia activa y creativa.



Tabla 7. Estructura del Programa. “Orientación Transicional para el Sentido de la Vida”.

Orientación Transicional para el Sentido de Vida
SER




















TENER


CONCIENCIA
PLENA






Orientación para el
Sentido de la Vida Intrapersonal






Orientación para el desarrollo de la
Conciencia
Actitudinal-Emocional



Orientación para el desarrollo de la  Conciencia 
Actitudinal
(Cosmovisiones)

·   
·   
CONSTRUCCIÓN DE PROYECTOS DE VIDA EMANCIPATORIOS


Orientación para el desarrollo de la  Conciencia  Emocional



Orientación para el
Sentido de la  Vida Académica/
Laboral

[HACER]





Orientación para el desarrollo de la
Conciencia  Crítica
Aptitudinal


Orientación para el Desarrollo Académico Transicional

Orientación Vocacional/
profesional


Orientación
 Socio-Ocupacional


Orientación para el
Sentido de la Vida en Comunidad.

[ESTAR/
PERTENECER
CONVIVIR]







Orientación para el desarrollo de la
Conciencia
 Moral









Desarrollo
Moral


Desarrollo
 Comunitario






[1] Categoría ética que expresa la forma superior de capacidad del individuo de ejercer autocontrol moral. A diferencia del motivo (sentido del deber), la conciencia incluye también la autovaloración por el hombre, sobre la base de la comprensión de su responsabilidad ante la sociedad, de las acciones realizadas. La conciencia obliga al hombre a que no simplemente logre con sus acciones el respeto a sí mismo (que no se humille), a que no pierda el sentido del humor y la dignidad personales, sino también a que dedique todas sus fuerzas al servicio de la sociedad, la clase de vanguardia y toda la humanidad. La conciencia presupone asimismo la capacidad del individuo de valorar de igual manera sus propias opiniones y las de otros en conformidad con las necesidades objetivas de la sociedad, así como la responsabilidad del hombre no solo por sus propias acciones, sino también por todo lo que ocurre en el mundo circundante. La conciencia del hombre se forma socialmente y se determina por la medida del desarrollo histórico del mismo, así como por su posición social en las condiciones objetivas en las que se encuentra. La conciencia puede manifestarse tanto en forma de concientización por el individuo del significado moral de sus acciones como en un conjunto de vivencias emocionales (remordimiento de la conciencia). 1984:79-80. Diccionario filosófico de Rosental e Iudin·


[2] La economía solidaria como un modo de producción, consumo, y distribución de riqueza, en la cual se prioriza el valor del aporte del ser humano por encima de los medios de producción de bienes y servicios (riqueza). Promueve la asociación solidaria, la cooperación y la gestión transparente de los recursos económicos, y está orientada a la producción, consumo, y comercialización justa de bienes.
[3] Afecto, Identidad, Participación, Creación, Recreación, Libertad, Subsistencia, Entendimiento y Protección.

[5] La ética se constituye en la preocupación por las consecuencias que tienen las acciones de uno sobre otro y adquiere su forma desde la legitimidad del otro como un ser con el cual uno configura un mundo social. Humberto Maturana. El Sentido de lo Humano.
[6] Proceso socio-pedagógico enfocado a identificar positivamente las características generales de la comunidad y las particularidades de sus miembros con el propósito de enriquecer social, solidaria y moralmente dicha comunidad con base en los saberes propios de cada persona. 
[7] Alteridad asertiva .Posibilidad cognitiva de valorar y alternar la perspectiva personal con la de los otros en función de la comprensión mutua, facilitando así el respeto por todas las relaciones humanas en función de la realización ética de necesidades axiológicas.
[8] Liderazgo empático: Capacidad cognitiva de percibir y valorar en un contexto social lo que otra persona puede sentir en función del proceso de toma de decisiones. El liderazgo empático es una de las soft skills (habilidades blandas) imprescindibles para desempeñarse en cualquier ámbito laboral (Silvia Gabriela Vázquez, 2017)   

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