Pregunta
aparentemente desconcertante propuesta por varios medios se comunicación digital[1]
que sirvió de introducción a la
presentación de nuestro modelo latinoamericano en la acogedora ciudad de San
Luis Potosí (México), durante los días 2 y 3 de diciembre del presente, gracias
a la amable invitación hecha por el Maestro Francisco Asís en representación de
la directiva de la Universidad Autónoma de la misma ciudad al Foro
Internacional de Acompañamiento Escolar”.
¿Existe un territorio relativamente homogéneo
que comparta elementos sociopolíticos y culturales comunes?, o simplemente
existe una yuxtaposición territorial de países vecinos disimiles en un gran
continente alguna vez llamado “Abya Yala[2]”?,(Tierra
madura, tierra en florecimiento, tierra viva según lengua originaria Kuna de la sierra nevada de Santa
Marta en Colombia).
Frente a tal pregunta, resulta necesario
responder de manera obligada buscando elementos antropológicos e históricos que
nos hablen, si no de homogeneidad, si de cierta afinidad y orígenes comunes de
los países que comparten los territorios actualmente denominados como
Centroamérica y América del Sur.
Es así como nos
encontramos con el continente europeo en general y la cultura de la península
iberoamericana en particular y el continente africano, como troncos comunes de
base étnica/ cultural agenciada por los idiomas español y portugués
principalmente, bases innegables de nuestra cultura orgullosamente mestiza, tal
vez la más mezclada del mundo.
Elementos comunes a partir del lenguaje y los
idiomas abundan a partir de la unión simbiótica entre “Pensamiento y lenguaje”,
produciendo cosmovisiones y acciones humanas de factura común que van desde lo
elemental de la sabiduría popular expresada en dichos y refranes, hasta la
complejidad del pensamiento decolonial contemporáneo acompañado por el
resurgimiento de la valoración de la cultura amerindia nativa.
Los medios masivos de comunicación, han contribuido en gran manera a
difundir el imaginario de la cultura popular traducido por las artes literarias
y escénicas principalmente produciendo así cierta unidad semántica que nos
permite compartir universos complejos de significados culturales y aun sociopolíticos.
Por otra parte y de manera más objetiva, compartimos elementos
socioeconómicos históricos que de manera contundente y permanente, afectan la
vida cotidiana de los ciudadanos de nuestro países y por ende las
circunstancias en las que viven nuestros “Orientantes”. Tales elementos son: El
manejo político de la deuda externa, La corrupción político administrativa y la
mala administración político administrativa; factores que de manera innegable
determinan las condiciones de vida en Latinoamérica.
Es
por todo ello que podemos afirmar que “parece que trabajamos en la misma
escuela”, pues en cualquiera de nuestros países atendemos esencialmente las
mismas situaciones de alerta en la población escolarizada. En el ámbito
académico encontramos con mayor frecuencia situaciones relacionadas con el bajo
desempeño escolar y las actualmente denominadas “Necesidades Educativas
Diferenciales” (N.E.D). En el ámbito doméstico (familiar y vecinal),
encontramos alertas comunes bajo la categoría de “Atención deficiente en salud”,
“Atención doméstica deficiente” y “maltrato doméstico”. En el ámbito
comunitario (en el cual menor información contamos en los departamentos de
Orientación) se encuentra principalmente vinculación con culturas urbanas y/o
pandillas, y en el ámbito intrapersonal se han posicionado alertas
biopsicosociales intersectoriales tales como: “Comportamientos Oposicionistas
Desafiantes” y Déficit Atencional con o sin hiperactividad (TDA/H)[3].
Frente
a tantas situaciones (Treinta alertas biopsicosociales identificadas hasta el
momento),parafraseando a Max Neef[4] y
llevándonos las manos a la cabeza , nos preguntamos: ¿ Y qué puedo hacer yo?,
¿Si las causas son de naturaleza macrosocial?, Unas serán las acciones humanas
desde la perspectiva del ciudadano (Movilizaciones, protestas, marchas,
denuncias mediáticas a través de las redes sociales, etc) y otras las que se esperan
desde la posición del profesional de la Orientación Educativa.
Es precisamente este el
motivo por el cual surge la perspectiva ética de la Vida en comunidad, como uno
de los grandes objetivos del modelo: “Orientación Transicional para el Sentido Ético
de la Vida”.
De tal manera nos unimos al sentimiento de Saramago proclamamos:
“La alternativa al neoliberalismo es la Conciencia”
Y también replicamos “La
alternativa a las pobrezas (Max-Neef) es
el desarrollo de la ConSciencia”
Amilkar A. Brunal
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