Miguel Carbajal Arregui[1]
Red
de Orientadores del Uruguay
Resumen
Se trabaja acerca del papel de las acciones
orientadoras para la prevención del fracaso escolar, enmarcadas en el enfoque
conceptual pedagógico dentro del Modelo Pedagógico Bio-Psicosocial de
Orientación Educativa. Se sostiene que la libertad de elección no es posible si
los individuos desconocen sus habilidades y dificultades personales para lograr
lo que se proponen. Desde la orientación, se acompaña a los individuos que
presentan dificultades de aprendizaje o emocionales que afectan su desempeño
académico, para que estén en condiciones de liberar su potencial. Se concluye
que los avances teóricos y metodológicos en el campo disciplinario son posibles
a partir de un dialogo epistemológico donde se transversaliza lo psicológico,
lo sociológico y lo pedagógico, generándose un conocimiento
transdiciplinario.
Palabras
clave: orientación educativa; modelo de orientación latinoamericano; educación
inclusiva
Blanco y Valera (2007) rescatan los aportes de Amartya
Sen que vincula el bienestar de los individuos con su libertad de elegir entre
distintas formas de vida, de acuerdo con sus habilidades, características y
competencias. En un muy buen libro sobre la libertad en la sociedad de consumo,
Bauman (2007) advierte que para poder ejercer la libertad no basta con la falta
de restricciones se debe disponer de recursos. En esa línea Kachinovsky (2012)
denomina libertad positiva a la capacidad del individuo de ser o hacer lo que desea. No se trabajará aquí sobre los
recursos aportados por el contexto social, de gran importancia para asegurar la
libertad de los individuos. En cambio, se trabajará sobre los recursos personales. Se propone pensar acerca del modo
en que cada individuo percibe sus habilidades s para lograr lo que se propone a
medida que delimita sus proyectos de vida.
A fines de los 60, Erickson presenta un modelo
explicativo sobre desarrollo psicosocial
de los individuos, que revisó y completó hasta fines del siglo XX
(Erickson, 2000). El autor plantea que la confianza de un individuo en su competencia
personal, se adquiere a partir de su tránsito educativo, en la medida pueda
sortear con éxito los desafíos que se le presentan a nivel académico a partir
de primaria. Se constata que un
porcentaje de adultos que consideran que
“el estudio no es lo suyo” fueron alumnos que tuvieron un desempeño escolar
insuficiente.
El adecuado seguimiento de los alumnos, para conocer sus
características y potenciar su rendimiento, es uno de los desafíos más
importantes del presente, sobre todo en países que presentan altas tasas de
rezago y repetición. Al analizar los desempeños en el sistema educativo de
Uruguay se sostiene que “las
trayectorias educativas de los jóvenes distan de ser las deseadas debido a los
altos niveles de extra-edad o desvinculación educativa” (Viera & Zeballos,
2014: p 239).
Al trabajar sobre la calidad del trabajo, Sen destaca la
importancia de “liberar el trabajo de las ataduras explícitas o implícitas que
le niegan (a los individuos) el acceso al mercado de trabajo abierto” (Sen,
2000 p. 24). Al pensar en la educación, y parafraseando sus dichos, se puede
plantear que, para que algunos niños y adolescentes que presentan dificultades
de aprendizaje o emocionales que afectan su desempeño académico puedan
encontrar luego su lugar en la
sociedad, primero deben liberar su
potencial. Es decir, se debe trabajar con ellos para liberar al estudio de las ligaduras
explicitas o implícitas que le niegan el acceso al conocimiento. Esa es una de
las tareas posibles y necesarias de la orientación educativa. Blanco y Valera
(2007) sostienen que cuando se piensa en la emancipación de los individuos no
se debe pensar solamente en que se liberen de la patria potestad sino que se puedan “liberar de sus propias
ataduras” (Blanco & Valera 2007 p.
10)
Sobre el papel de la
confianza, el abrigo y la inclusión
Los autores plantean que resulta “de notable
trascendencia para la intervención psicosocial (…) la necesidad de actuar a fin
de reducir la desorganización social y el desasosiego individual, de
desarrollar estrategias para devolver el mundo de las relaciones sociales al
cariño y el abrigo de la sociedad” (Blanco y Valera, 2007: p. 11). En la
orientación y seguimiento del conjunto de los alumnos se debe incorporar la
dimensión afectiva de la tarea.
Kachinosvsky sostiene que el fracaso escolar es una
“forma de exclusión social temprana” (Kachinovsky, 2012, p.18). La educación
inclusiva como vía de combate a la exclusión debe ser pensada como un derecho. Por ese motivo, se debe flexibilizar
el curriculum. Éste debe ser dinámico para adaptarse a las posibilidades de
cada alumno (Viera & Zeballos, 2014).
La adecuación curricular es un importante desafío que requiere de un
abordaje multidisciplinario. Implica la apertura de espacios y tiempos para la
reflexión y el trabajo conjunto.
Para Mancebo y Goyeneche, la inclusión educativa implica
“la desnaturalización del fracaso escolar, la aceptación de la diversidad de
trayectorias educativas, la insistencia en la necesidad de quebrar la
homogeneidad de la oferta (y) la preocupación por la personalización del
proceso educativo” (Mancebo & Goyeneche, 2010, p. 27). Esta enumeración es
compartible pero implica la necesidad de un trabajo conjunto y sostenido donde
se vayan generando aprendizajes que se pongan a prueba cada año.
Gavilán plantea
que una de las modalidades de los abordajes preventivos en salud mental apunta
“a fortalecer las capacidades, promover una reflexión (en los individuos) sobre
las necesidades y aspiraciones y escuchar acuerdos y diferencias sobre los temas
que interesan y preocupan” (Gavilán, 2016, p.44). Si no se trabaja con esos
objetivos difícilmente se avance en la construcción de una educación inclusiva,
que se va delineando a partir de la práctica interdisciplinaria cotidiana, e implica
una revisión crítica de las dudas y certezas que se van generando mientras se
avanza.
Sergio Rascovan (2018) ha trabajado sobre la postura ética
del orientador. Plantea que los dispositivos de sostén y acompañamiento se
deben establecer sobre la base una concepción de sujeto determinada y una ética
en relación al otro. Para el autor, el
sujeto debe ser pensado como un “ser siendo, único e irrepetible, en
construcción permanente a través de una trayectoria identificadora y libidinal
incesante” (Rascovan, 2018: p 10). Al referirse a la dimensión ética, sostuvo
que el otro de ser pensado “como un enigma, como semejante y diferente a la
vez” (Rascovan, 2018: p 11). Esta visión resulta de gran importancia cuando se
elige trabajar para promover autonomía, y espíritu en el campo de la orientación educativa
El papel del abrigo
Una tarde leí uno de los textos citados en esta ponencia
donde se trabaja acerca de la importancia del abrigo. Más tarde me crucé con
Ramiro que es escritor. Cuando lo encontré me regaló un disco compacto con
poemas musicalizados (Guzmán, 2018) y me
aclaró que lo hacía con la condición de que lo escuchara. Ya me había regalado
uno de sus libros y habíamos conversado sobre el mismo. En el disco, el músico
Mario Villagrán musicalizó nueve poemas de Guzmán y uno de Jaime Ross. En el
librillo del CD Mario agradece a Ramiro con estas palabras: “Agradezco a Ramiro
por enarbolar la palabra y dejar que mis sonidos acompañen desde el rincón
profundo en que su poesía me envuelve y abriga” (Guzmán, 2018). Otra vez se
habla del abrigo. Me quedé pensando en lo que dijo. Ramiro presenta una
patología psiquiátrica. Cómo sucedió con el escritor uruguayo Felisberto
Hernández y otros creadores, su producción
literaria lo rescata “de sus insomnios y las musas enriquecen su vida” (Guzmán,
2018). Los compañeros de ruta en sus proyectos y los premios que le han
permitido publicar sus producciones lo han abrigado y han operado para el apoyo
emocional que le permite a Ramitro elegir dedicarse a la escritura. Han
cumplido un importante papel promoviendo su inclusión social. Castell (2014)
advierte que el gran problema que existe en nuestra sociedad contemporánea es
el “de la precariedad, el de la multiplicación de individuos o de grupos
vulnerables que se ven debilitados, que carecen de los recursos suficientes
para garantizar su independencia económica y social y que en última instancia,
pueden caer en lo que llamamos la exclusión” (p.17)
Las acciones de orientación se deben desarrollar entonces
en espacios de educación formal y no formal, comunitarios y laborales. Como se
ha visto, también en el marco de las
relaciones interpersonales con el fin de generar un necesario apoyo social. Los
abordajes que persiguen ese fin deben estar secuenciados y articulados
(Carbajal, 2016).
Por último se puede destacar que el conocimiento transdiciplinario
que se genera en la construcción colectiva del Modelo Latinoamericano de
Orientación (Brunal; Vázquez; Mora; Osorio & Borja, 2018) avanza en la
región a partir de un fecundo dialogo epistemológico, donde se transversaliza
lo psicológico, lo sociológico y lo pedagógico,
Referencias
Bauman, Z.
(2007) Libertad. Buenos Aires: Losada
Blanco, A.
& Rodríguez Marín, J. (coord.) (2007).
Intervención Psicosocial. Madrid: Pearson Prentice Hall.
Blanco, A.
& Valera, S. (2007). Los fundamentos de la intervención social. En: Blanco,
A. & Rodríguez Marín, J. (coord.). Intervención Psicosocial. Madrid: Pearson
Prentice Hall.
Brunal, A.; Vázquez, S.; Mora, A.; Osorio, S. & Borja, C. (2018). Consideraciones para la construcción de un
Modelo Latinoamericano de Orientación. Revista
Latinoamericana de Orientación y Desarrollo Humano “OrientAcción”, 4.
Carbajal,
M. (2016). Orientación vocacional-ocupacional. Educación y trabajo. Segunda
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Castell,
R. (2014). Los riesgos de exclusión social en un contexto de incertidumbre. RIS, 72 (1) 15-24. DOI:
10.3989/ris.2013.03.18
Erickson, E (2000). El ciclo vital completado. Paidós: Buenos Aires.
Gavilán,
M. (2016). De la salud mental a la salud
integral. Aportes de la Psicología Preventiva. Lugar: Buenos Aires.
Guzmán, R.
(2018). La gran inmobiliaria del agente F86. PRODISCO: Montevideo.
Kachinosvsky,
A. (2012). Conocimiento, inclusión y desarrollo humano. Aportes de la
disciplina psicológica al ámbito educativo. En: Kachinovsky, A. Enigmas del saber. Historia de aprendices.
Montevideo: UdelaR- CSIC
Mancebo,
M. E., & Goyeneche, G. (2010). Las
políticas de la inclusión educativa: Entre la exclusión social y la innovación
pedagógica. Trabajo presentado en las 9 Jornadas de la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de la República, Montevideo, Uruguay. Recuperado de
http://www.fcs.edu.uy/ archivos/Mesa_12_y_17_Mancebo-Goyeneche.pdf
Rascovan,
S. (2018). Orientación vocacional.
Contexto social, sujetos y prácticas.
En: Rascovan, S. (comp.) Orientación vocacional con sujetos
vulnerabilizados. Experiencias sociocomunitarias en los bordes. Novedu.: Buenos
Aires.
Viera, A.
& Zeballos, Y. (2014). Inclusión educativa en Uruguay. Una revisión
posible. Psicología, Conocimiento y
Sociedad. 4 (2) 237-260.
Sen, A.
(2000). Desarrollo y libertad.
Barcelona: Planeta
[1] Psicólogo educacional. Prof.
Titular del Área de Orientación Educativa y Vocacional e Investigador en la
Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica del Uruguay.
Co-coordinador de la Red de Orientadores del Uruguay (ROU). Integrante de la Comisión
Directiva de RELAPRO 2018-2020.
1. Abrigo o educación afectiva?
ResponderBorrar2. Exploración de recursos personales como proyecto emancipador de la educación ? (liberar potencial)
3.Necesidad de Proyecto de Inclusión social y pedagógica en orientación educativa (p ej Sinapsis Método pedagógico)desnaturalización del fracaso escolar.
4. Bienestar vs desarrolllo ( A. Sen V Max-Neef)
5. Libertad positiva (querer ser) vs deber ser