lunes, 3 de junio de 2019


CONSTRUCCIÓN COLETIVA DEL CONOCIMIENTO PARA MEJORAR LA CONVIVENCIA ESCOLAR



“Si quieres llegar rápido, camina solo,
pero si quieres llegar lejos, camina acompañado”
Proverbio africano


Institución y Responsable de la Experiencia
Paulo VI Institución Educativa Distrital, Localidad de Kennedy, Bogotá Colombia.
Diana Marcela Méndez Gómez, Coordinadora

Objetivo
Generar herramientas formativas que permita a los niños y jóvenes proyectarse personal y socialmente en el mediano plazo, generando transformaciones en beneficio propio y comunitario.

Descripción Breve

La experiencia pedagógica que se presenta tiene una trayectoria de seis años de trabajo colectivo de los docentes de grados jardín a cuarto de Primera Infancia y Básica Primaria de la jornada mañana en su construcción y que bajo el liderazgo de la coordinadora Diana Marcela Méndez Gómez, que desde hace tres años en su fase de implementación ha involucrado al equipo docente de los mismos grados de la jornada tarde.

En el Plan Distrital de Educación de las dos administraciones se enmarca dentro de las políticas de Líderes Educativos que generan transformaciones y dan a conocer sus experiencias.Surge del interés del colectivo de docentes, estudiantes, egresados, familias y directivos por mejorar la convivencia escolar en un ambiente sociocultural adverso, con dificultades socioeconómicas de las familias y situaciones de violencia marcada en el contexto.

Esta es una experiencia pedagógica de formación centrada en el desarrollo del Ser, en particular en la construcción y desarrollo del Proyecto de Vida de los niños y niñas de Primera Infancia a Grado cuarto de Básica Primaria, el cual se concreta en unas cartillas de creación propia, que, con la autogestión del equipo directivo/docente consiguieron apoyo económico por parte de la Secretaria de Educación del Distrito (SED) para la publicación de este material didáctico en el Nivel de Primera Infancia o Ciclo Inicial.

La experiencia en su fase inicial fue socializada y reconocida en el año 2015 en el Foro/feria Educativo a nivel institucional para representación a nivel local, siendo una de las nueves mejores seleccionadas en la localidad de Kennedy debido a que ha propiciado los espacios de diálogo de saberes y construcción colectiva de conocimiento entre pares, participando en el Foro Distrital y obteniendo el recurso económico para la institución que permitió la impresión de las cartillas de los grados segundo, tercero y cuarto de Básica Primaria.

La propuesta de implementación del Proyecto de Vida a través de este material, se realiza de manera diferenciada para los diferentes grados y ciclos educativos de Educación Inicial y Básica Primaria considerando la importancia de las Transiciones, a partir de cuatro ejes articuladores:

1.    Socio-afectividad y sexualidad
2.    Dinámica corporal
3.    Convivencia y Ciudadanía
4.    Educación Financiera y Emprendimiento

El desarrollo de cada eje dentro del material didáctico contiene actividades que se direccionan hacia el desarrollo de las capacidades ciudadanas y convivenciales esenciales en los niños y las niñas, tales como:

·         Sensibilidad
·         Manejo emocional
·         Cuidado y autocuidado
·         Identidad, dignidad y derechos
·         Sentido de Vida
·         El cuerpo y la naturaleza
·         Deberes y respeto por los derechos de los demás
·         Cuidado de lo público y participación

En la secuencia didáctica los protagonistas son Paulito y Paulita, un niño y una niña (haciendo referencia al nombre de la institución educativa) con afinidades e intereses propios de la etapa del desarrollo en la que se encuentran los estudiantes a los que está dirigido el Programa de Formación.

Murillo, 2008, destaca a las familias de los estudiantes, principalmente de los sectores menos favorecidos en términos de oportunidades, como uno de los actores que influyen en los desempeños educativos de tres maneras: en la relación y apoyo que prestan al estudiante, en la participación e involucramiento en la escuela y en las expectativas positivas que sostienen ante la escuela y los profesores. En consecuencia, el programa formativo se ha sostenido al punto que a partir del año 2018, se han seguido vinculando las familias como primeros agentes socializadores, a través de la adquisición del material impreso y el acompañamiento y apoyo n la construcción de los proyectos de vida desde el entorno familiar.


Referentes Metodológicos y Teóricos

Bajo estrategias de “Diagnóstico de factores de riesgo de la Convivencia y la Protección Escolar” y el “Análisis de Manuales Escolares”, a través de la cartografía social como herramienta que vinculo la participación de los diferentes actores y en consecuencia un  proceso de Investigación y Acción Participativa (IAP).
Para la construcción del material, el enfoque metodológico adoptado fue el de  Reflexión Acción Participativa (RAP) en el que la construcción del conocimiento parte de las experiencias y el reconocimiento de las capacidades individuales y colectivas del equipo docente para transformar la realidad, a través del diálogo de saberes, la reflexión permanente y sistematización del proceso como referentes en el marco del pensamiento crítico.

Adicionalmente, la secuencia didáctica planteada en las cartilla se basa en la educación en ciudadanía y convivencia desde el enfoque basado en la experiencia, la problematización y la reflexión individual/colectiva sobre vivencias en torno a las relaciones Intra e Inter personales y al Proyecto de Vida: lo cotidiano es estudiado, cuestionado y repensado de manera significativa.

Este ejercicio intelectual promovido desde la dirección escolar, favorece la construcción colectiva del conocimiento donde cada miembro del equipo docente de Primera Infancia/Ciclo Inicial y Básica Primaria, aporta su saber y experiencia al servicio de un proyecto común que se materializa en la formulación de la secuencia didáctica plasmada en las cartillas y como estrategia pedagógica de formación transversal donde se articula la cátedra de paz, el área de ética y valores humanos y el proyecto de ciudadanía y convivencia al plan de estudios de la escuela.

Así, en primer lugar se concibe la escuela como el espacio que posibilidad la construcción de mínimos éticos que sirven de referencia para la vida y la convivencia (IDEP, Secretaría de Educación Distrital, p. 2, 2010). Para la escuela del siglo XXI se presentan retos en torno a la calidad educativa que se insertan en el marco de los Derechos, que trascienden lo académico y que incluyen aspectos como la conciencia en sus diferentes niveles personal, intrapersonal y comunitario[1]. 

Es decir, la convivencia se enmarca en la participación como seres sociales en actividades grupales que garantiza posibilidades de desarrollo, humanización e inserción cultural.  Hoy en día, y en el marco de derechos en donde se ubica la educación, se debe incluir aspectos como la dignidad humana, el reconocimiento de la diferencia, la divergencia y el conflicto como factores inherentes a la complejidad del ser humano.

A partir de esta metodología, se trabajaron las representaciones sociales comprendidas como los conocimientos ordinarios, comunes o cotidianos sobre el objeto social que abarca en ella mucho más que su mera existencia autónoma. En este orden de ideas, la construcción del conocimiento cotidiano es mediatizada por la experiencia de cada individuo, de la información y de los modelos sociales de pensamiento que se construyen de manera diferenciada en contextos culturales y épocas particulares como consecuencia de la conjugación de elementos psicológicos, cognitivos y socio-culturales.

En consecuencia, comprendemos como representaciones todas aquellas ideas, nociones, creencias, opiniones que se tienen con respecto al mundo, la sociedad, la escuela y sobre si mismas; las cuales se construyen desde la perspectiva de teorías del sentido común, sin una aparente organización y lógica del pensamiento científico pero a través de las cuales existe comunicación permanente en los espacios familiares, comunitarios y socio-ocupacionales.

Por tanto, desde Mora y Jaramillo (2003), la cartografía social, considera como uno de sus principios fundamentales la participación de las personas en todo el proceso. Es una planeación de abajo hacia arriba y democrática con la participación de los actores locales.

La cartografía nos permitió entre otras cosas, tomar conciencia sobre a realidad escolar, los conflictos y las capacidades individuales y colectivas. Nos permitió ampliar la perspectiva de reflexión como herramienta en el marco del pensamiento crítico para consolidar lecturas y visiones frente a la escuela como espacio en un tiempo específico 2012-2013 y en consecuencia, generar complicidades frente a posibles escenarios futuros en donde cada integrante tiene un rol específico a asumir.

En este orden de ideas, tanto los talleres como la cartografía social se constituyen en herramientas dentro de la Investigación y Acción Participativa (IAP), en donde la participación activa de los miembros de la comunidad educativa es indispensable, en cuanto a los primeros sujetos conocedores de las problemáticas.

Bogotá, capital de Colombia, conocida como la metrópoli de Suramérica y que se encuentra generalmente convulsionada, se encuentra tiempo para todo menos para pensarse como individuo y menos aún para pensarnos como colectividad, como comunidad y sociedad.  Sin lugar a dudas, en este momento de nuestra historia, jugó un papel importante la sensibilización y el reconocimiento de ellos, en su persona, liderazgo, sus potencialidades y capacidades al estilo de Nussbaum, reconociendo que se necesita mucho más para que una educación contribuya de verdad al desarrollo humano (Nussbaum, 2012).

En este sentido acompañado de un proceso de reconocimiento más que de caracterización que trascienda el plano de las limitaciones dadas por los contextos sociales, económicos y políticos, la mirada a los indicadores en cuanto a bienes y posesiones materiales y permitiese el verse más allá, en un sentido que trascienda su subjetividad en términos de derechos y exclusiones.  Ese más allá, incluye entre otros sus intereses, sus capacidades, sus proyecciones, retos y desafíos que “en un       orden político aceptable está obligado a procurar a todos los ciudadanos un nivel umbral de las siguientes capacidades centrales: Vida, Salud Física, Integridad Física, Sentidos, Imaginación y Pensamiento, Emociones, Afiliación, Otras Especies de Juego y Control sobre el propio entorno (Nussbaum, p. 53. 2012).

Articulación con el Modelo de Orientación Transicional para el Sentido de Vida

En este apartado se describen algunas relaciones entre el Modelo de Orientación Transicional para el Sentido de Vida con la Experiencia Pedagógica.

Pensarse y Pensarnos, El primer paso resulta ser el más difícil.
Eje pedagógico. Sentido de la Vida Académica-Laboral Conciencia Crítica Aptitudinal (Aprendizajes Conceptuales)

Su construcción e implementación, se ha desarrollado a través de constantes prácticas de reflexión, acción y participación que además de contribuir a la consolidación de escenarios de paz, permiten el desarrollo de una ciudadanía y convivencia responsable donde se aporta significativamente en la formación de estudiantes como sujetos empoderados, creativos y críticos de los diferentes grados de Ciclo Inicial y Básica Primaria.
                                                                                      
A partir de Borja, 2018, se plantea este dar sentido,

“-haciéndolo consciente- a su entorno, al mundo de la vida, es una tematización de la conciencia crítica (desde la fenomenología) y su aplicación en el aula/escuela. La agencia es darse cuenta como le damos sentido a nuestro mundo “escolar”, con el agenciamiento, deconstruyendo para reconstruir y repensarnos, construyendo, los agenciamientos (movimientos), como una acción “innovadora” de transformación” (p. 24).

Uno de los principales logros de la experiencia pedagógica, ha sido la promoción del trabajo en equipo por parte de los docentes de aula y docente directiva coordinadora, reconociendo al colectivo de maestros como comunidad que crea y construye conocimiento a través del liderazgo pedagógico del directivo docente, transitando la Institución Educativa de manera paulatina hacia una organización que aprende. Esto parte del reconocimiento del rol del coordinador en torno a la gestión y el liderazgo escolar articulado con el docente, reconociendo los desafíos de la gestión escolar y en consecuencia liderazgo en procesos de mejora y por último el rol del coordinador en los proyectos de vida de los estudiantes.  Esto conduce, a esta relación con el Eje Académico-laboral del modelo, “entendido como el proceso de asesoría pedagógica transicional que se da acorde con las necesidades de identidad y entendimiento de los orientantes en las transiciones entre ciclos académicos” a partir de la diferenciación por grados y ciclos que se da en el material y que tiene en cuenta, entre otros, su proceso biopsicosocial y el aprendizaje significativo propuesto por Ausubel en ambientes de aprendizaje programados (DUA- Diseño Universal del Aprendizaje) y en torno a la secuencia didáctica establecida de manera diferenciada para cada grado implica el diseño y cumplimiento de programas/proyectos/experiencias para cumplir tareas académicas en periodos de tiempo auto establecidos como parte de la autodeterminación, de acuerdo con lo que establece el modelo en este eje.


Diálogo de Saberes: “despacito pero bien andado”

De lo anterior, se deriva la necesidad de abordar el “pensamiento crítico” desde una postura que inicia con el desarrollo de habilidades comunicativas en los niveles de lectura, escritura y oralidad como posibilitadora inicialmente de la participación y en consecuencia de la construcción de procesos argumentativos.  Allí, otra articulación con el modelo en el Eje Académico-laboral en torno al desarrollo de habilidades comunicativas específicas dentro de la concepción de “Inteligencia Lingüística que incluye la comprensión oral y escrita y la expresión oral escrita”, que trasciende el propósito de optimizar el proceso de aprendizaje, hacia el propósito de optimizar el proceso de enseñanza. Esto conduce, tanto al disfrute de la experiencia educativa en calidad de estudiantes pero esencialmente en la calidad de docente y directivo, adaptándose a las exigencias académicas y laborales respectivamente.  Esto acudiendo a la reflexión “El primero que debe llegar feliz a la escuela/aula es el docente/directivo. Transmitir conocimiento es importante es importante pero la felicidad es fundamental” (Tojeir, 2019).

Por tanto, había que recurrir a la provocación y seducción porque muchos de ellos han enfilado en la desidia, en no encontrar sentido a la escuela y por tanto en el desánimo y la evasión de clases y del sistema escolar, conocido como deserción y retención por pérdida de año escolar, pero también como consecuencia quizás de encontrarse con un espejo de adultos que ya no le encuentran pasión ni sentido a la escuela en la que ejercen su rol académico-laboral.

Después de todo, en el proceso, el respeto se ha constituido en el fundamento, porque desde el comienzo se definieron y establecieron reglas concretas. Y nos referimos a “puesto en el tapete”, para que todos definamos si son estas u otras las que vamos a adoptar y definir, trascendiendo con ello el de “impuestas” que es lo que comúnmente solemos acostumbrar a hacer como adultos.

Como resultado de ello se logró para ese entonces, una reflexión sobre el Proyecto de Vida personal de los participantes (estudiantes, docentes y directiva), académico-laboral por parte de los docentes y comunitario por parte de todos.  De lo anterior se desprende una mayor apropiación, en cuanto a que los estudiantes han participado en el proceso de construcción de los mismos, hablando incluso por los que no tienen voz y es muy interesante porque en ese grupo de representantes confluyeron estudiantes de tercero de primaria en adelante en la modalidad de aula regular y desde procesos básicos en la modalidad de aceleración del aprendizaje. En ese orden de ideas, lo que presumían otros adultos, era que los pequeños no iban a tener Proyecto de Vida; Sin embargo, y al contrario de sus predicciones, estos estudiantes se dieron a la tarea de ser las voces de los ausentes y abogar por los niños y niñas de Educación Inicial y primer ciclo, aludiendo que desde pequeños “somos seres que pensamos y sentimos y no sólo tenemos derecho a estar en ese proceso sino el deber de hacer de nuestro colegio un lugar mejor”.

En estos saberes, se reconoce la escuela como espacio transmisor de valores y de estrategias que permiten la transformación de conflictos, no solo donde estos se dan sino donde se enseña a transformarlos. En este sentido, además de ser el ámbito escolar el escenario propicio para tramitar y transformar el conflicto, debe promover el reconocimiento y la autonomía, apoyar el acceso de información  para acceder a bienes y servicios sociales, económicos y culturales y promover la igualdad y la equidad que trasciende en vivir para manifestarse en una esfera de Sentido de la Vida.

En todo caso, incluye las directrices emanadas en el apartado de Orientación para el Desarrollo Académico Transicional en torno a la Cualificación continuada de Habilidades Comunicativas Específicas.


Transformando Realidades: de la teoría a la acción, o de “¿cómo hacerlo posible?”
Eje Orientación para la Vida en Comunidad (Liderazgo empático y Alteridad Asertiva)

Esta experiencia se enmarca en la dirección y liderazgo, en el rol del coordinador en los proyectos de vida de los estudiantes y en el área de gestión de la comunidad, donde se ve reflejada la manera cómo el directivo docente coordinador se convierte en gestor y promotor de la sana convivencia en la institución y legitima a través de su actuar, como autoridad de convivencia y referente en la resolución de conflictos en la escuela lo que denota su papel trascendental en la calidad educativa de la institución y que tiene su origen en el “Ser Orientador como un estilo de vida con sentido.”

Desde la mirada del equipo creador de la propuesta, la experiencia está definida como “una práctica pedagógica alternativa innovadora y transformadora en la escuela, que aporta a la construcción de ciudadanía y convivencia desde las diferentes áreas para la formación integral del Ser”; en este sentido, el programa de formación desarrollado en las cartillas se propone trascender el horizonte propuesto en el Proyecto Educativo Institucional denominado “Mi Proyecto de Vida, Camino a la Excelencia”, para hablar más de Sentido de Vida como eje transversal reconociendo que el término “Proyecto”, está más relacionado con una connotación mercantilista propia del fenómeno de globalización que ha permeado varias esferas cotidianas del ser humano en la actualidad (Giddens, 2007).

Actualmente, tenemos el reto de vincular a estos personajes (Paulito y Paulita) de una manera de interacción más directa de interacción, quienes se enfrentan a situaciones donde ponen en juego sus habilidades sociales y capacidades ciudadanas, en lo que el modelo Latinoamericano de Orientación Escolar concibe como “Conciencia Social y Desarrollo Moral (Kohlberg, adaptado de Brunal, 2014)

La proyección de la experiencia pedagógica es realizar la evaluación y sistematización de la misma con el propósito de que pueda ser implementada en otras instituciones educativas del territorio, además de hacer extensiva la construcción de material pedagógico a toda la comunidad de estudiantes paulistas tanto de aula regular como del Programa Volver a la escuela que vincula a población en condición de extra edad, y, continuar con la articulación curricular en el área de ética y la cátedra de paz en todos los grados de educación básica y media desde los ejes propuestos y bajo la perspectiva de la transversalidad como vemos al modelo.


Otros Resultados Obtenidos

El desarrollo de la experiencia pedagógica ha favorecido la integración del material pedagógico y didáctico al plan de estudios de la institución educativa y desde el año 2017 se armoniza con el área de ética y valores humanos y la cátedra para la paz en las jornadas mañana y tarde, haciendo un aporte al mejoramiento de la convivencia, el clima escolar y la construcción de una cultura de paz en la escuela, incidiendo además en el cambio del nombre del Proyecto Educativo Institucional que se denomina “Mi Proyecto de Vida…Camina A la Excelencia”.

La investigación frente a la problematización de la escuela, partió de la vinculación activa de los integrantes del Comité de Convivencia y del Gobierno Escolar; estudiantes de último grado, exalumnos, estudiantes representantes de grado tercero a once, docentes, se socializó y recibió aportes no sólo a través de voz a voz con los colegas de otros grados y áreas del plan de estudios, además de espacios del gobierno escolar como consejo académico, consejo de padres y comité de convivencia.

Logo de la experiencia: “Paulita y Paulito van felices a la escuela




REFERENCIAS


[1] Modelo Latinoamericano de Orientación transicional para le Sentido de la Vida”RELAPRO

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JOSÉ NAVA ORTIZ

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