CONSTRUCCIÓN COLETIVA DEL
CONOCIMIENTO PARA MEJORAR LA CONVIVENCIA ESCOLAR
“Si
quieres llegar rápido, camina solo,
pero
si quieres llegar lejos, camina acompañado”
Proverbio
africano
Institución y Responsable de la
Experiencia
Paulo VI Institución Educativa Distrital,
Localidad de Kennedy, Bogotá Colombia.
Diana Marcela Méndez Gómez, Coordinadora
Objetivo
Generar herramientas formativas que permita a
los niños y jóvenes proyectarse personal y socialmente en el mediano plazo,
generando transformaciones en beneficio propio y comunitario.
Descripción Breve
La experiencia pedagógica que se presenta
tiene una trayectoria de seis años de trabajo colectivo de los docentes de
grados jardín a cuarto de Primera Infancia y Básica Primaria de la jornada
mañana en su construcción y que bajo el liderazgo de la coordinadora Diana Marcela
Méndez Gómez, que desde hace tres años en su fase de implementación ha
involucrado al equipo docente de los mismos grados de la jornada tarde.
En el Plan Distrital de Educación de las dos
administraciones se enmarca dentro de las políticas de Líderes Educativos que
generan transformaciones y dan a conocer sus experiencias.Surge del interés del
colectivo de docentes, estudiantes, egresados, familias y directivos por
mejorar la convivencia escolar en un ambiente sociocultural adverso, con
dificultades socioeconómicas de las familias y situaciones de violencia marcada
en el contexto.
Esta es una experiencia
pedagógica de formación centrada en el desarrollo del Ser, en particular en la
construcción y desarrollo del Proyecto de Vida de los niños y niñas de Primera
Infancia a Grado cuarto de Básica Primaria, el cual se concreta en unas
cartillas de creación propia, que, con la autogestión del equipo
directivo/docente consiguieron apoyo económico por parte de la Secretaria de
Educación del Distrito (SED) para la publicación de este material didáctico en el
Nivel de Primera Infancia o Ciclo Inicial.
La experiencia en su fase
inicial fue socializada y reconocida en el año 2015 en el Foro/feria Educativo
a nivel institucional para representación a nivel local, siendo una de las
nueves mejores seleccionadas en la localidad de Kennedy debido a que ha
propiciado los espacios de diálogo de saberes y construcción colectiva de
conocimiento entre pares, participando en el Foro Distrital y obteniendo el
recurso económico para la institución que permitió la impresión de las
cartillas de los grados segundo, tercero y cuarto de Básica Primaria.
La propuesta de
implementación del Proyecto de Vida a través de este material, se realiza de
manera diferenciada para los diferentes grados y ciclos educativos de Educación
Inicial y Básica Primaria considerando la importancia de las Transiciones, a
partir de cuatro ejes articuladores:
1. Socio-afectividad y
sexualidad
2. Dinámica corporal
3. Convivencia y Ciudadanía
4. Educación Financiera y
Emprendimiento
El desarrollo de cada eje dentro del material
didáctico contiene actividades que se direccionan hacia el desarrollo de las
capacidades ciudadanas y convivenciales esenciales en los niños y las niñas,
tales como:
·
Sensibilidad
·
Manejo emocional
·
Cuidado y autocuidado
·
Identidad, dignidad y derechos
·
Sentido de Vida
·
El cuerpo y la naturaleza
·
Deberes y respeto por los derechos de los demás
·
Cuidado de lo público y participación
En la secuencia didáctica
los protagonistas son Paulito y Paulita, un niño y una niña (haciendo
referencia al nombre de la institución educativa) con afinidades e intereses
propios de la etapa del desarrollo en la que se encuentran los estudiantes a
los que está dirigido el Programa de Formación.
Murillo, 2008, destaca a
las familias de los estudiantes, principalmente de los sectores menos
favorecidos en términos de oportunidades, como uno de los actores que influyen
en los desempeños educativos de tres maneras: en la relación y apoyo que
prestan al estudiante, en la participación e involucramiento en la escuela y en
las expectativas positivas que sostienen ante la escuela y los profesores. En
consecuencia, el programa formativo se ha sostenido al punto que a partir del
año 2018, se han seguido vinculando las familias como primeros agentes
socializadores, a través de la adquisición del material impreso y el
acompañamiento y apoyo n la construcción de los proyectos de vida desde el
entorno familiar.
Referentes Metodológicos y Teóricos
Bajo estrategias de “Diagnóstico de factores
de riesgo de la Convivencia y la Protección Escolar” y el “Análisis de Manuales
Escolares”, a través de la cartografía social como herramienta que vinculo la
participación de los diferentes actores y en consecuencia un proceso de Investigación y Acción
Participativa (IAP).
Para la construcción del
material, el enfoque metodológico adoptado fue el de Reflexión Acción Participativa (RAP) en el
que la construcción del conocimiento parte de las experiencias y el
reconocimiento de las capacidades individuales y colectivas del equipo docente
para transformar la realidad, a través del diálogo de saberes, la reflexión
permanente y sistematización del proceso como referentes en el marco del
pensamiento crítico.
Adicionalmente, la
secuencia didáctica planteada en las cartilla se basa en la educación en
ciudadanía y convivencia desde el enfoque basado en la experiencia, la
problematización y la reflexión individual/colectiva sobre vivencias en torno a
las relaciones Intra e Inter personales y al Proyecto de Vida: lo cotidiano es
estudiado, cuestionado y repensado de manera significativa.
Este ejercicio
intelectual promovido desde la dirección escolar, favorece la construcción
colectiva del conocimiento donde cada miembro del equipo docente de Primera
Infancia/Ciclo Inicial y Básica Primaria, aporta su saber y experiencia al
servicio de un proyecto común que se materializa en la formulación de la
secuencia didáctica plasmada en las cartillas y como estrategia pedagógica de
formación transversal donde se articula la cátedra de paz, el área de ética y
valores humanos y el proyecto de ciudadanía y convivencia al plan de estudios
de la escuela.
Así, en primer lugar se
concibe la escuela como el espacio que posibilidad la construcción de mínimos
éticos que sirven de referencia para la vida y la convivencia (IDEP, Secretaría
de Educación Distrital, p. 2, 2010). Para la escuela del siglo XXI se presentan
retos en torno a la calidad educativa que se insertan en el marco de los
Derechos, que trascienden lo académico y que incluyen aspectos como la conciencia en sus diferentes
niveles personal, intrapersonal y comunitario[1].
Es decir, la convivencia
se enmarca en la participación como seres sociales en actividades grupales que
garantiza posibilidades de desarrollo, humanización e inserción cultural. Hoy en día, y en el marco de derechos en
donde se ubica la educación, se debe incluir aspectos como la dignidad humana,
el reconocimiento de la diferencia, la divergencia y el conflicto como factores
inherentes a la complejidad del ser humano.
A partir de esta
metodología, se trabajaron las representaciones sociales comprendidas como los
conocimientos ordinarios, comunes o cotidianos sobre el objeto social que
abarca en ella mucho más que su mera existencia autónoma. En este orden de
ideas, la construcción del conocimiento cotidiano es mediatizada por la
experiencia de cada individuo, de la información y de los modelos sociales de
pensamiento que se construyen de manera diferenciada en contextos culturales y
épocas particulares como consecuencia de la conjugación de elementos
psicológicos, cognitivos y socio-culturales.
En consecuencia,
comprendemos como representaciones todas aquellas ideas, nociones, creencias,
opiniones que se tienen con respecto al mundo, la sociedad, la escuela y sobre
si mismas; las cuales se construyen desde la perspectiva de teorías del sentido
común, sin una aparente organización y lógica del pensamiento científico pero a
través de las cuales existe comunicación permanente en los espacios familiares,
comunitarios y socio-ocupacionales.
Por tanto, desde Mora y
Jaramillo (2003), la cartografía social, considera como uno de sus principios
fundamentales la participación de las personas en todo el proceso. Es una
planeación de abajo hacia arriba y democrática con la participación de los
actores locales.
La cartografía nos
permitió entre otras cosas, tomar conciencia sobre a realidad escolar, los
conflictos y las capacidades individuales y colectivas. Nos permitió ampliar la
perspectiva de reflexión como herramienta en el marco del pensamiento crítico
para consolidar lecturas y visiones frente a la escuela como espacio en un
tiempo específico 2012-2013 y en consecuencia, generar complicidades frente a
posibles escenarios futuros en donde cada integrante tiene un rol específico a
asumir.
En este orden de ideas,
tanto los talleres como la cartografía social se constituyen en herramientas
dentro de la Investigación y Acción Participativa (IAP), en donde la
participación activa de los miembros de la comunidad educativa es
indispensable, en cuanto a los primeros sujetos conocedores de las
problemáticas.
Bogotá, capital de
Colombia, conocida como la metrópoli de Suramérica y que se encuentra
generalmente convulsionada, se encuentra tiempo para todo menos para pensarse
como individuo y menos aún para pensarnos como colectividad, como comunidad y
sociedad. Sin lugar a dudas, en este
momento de nuestra historia, jugó un papel importante la sensibilización y el
reconocimiento de ellos, en su persona, liderazgo, sus potencialidades y
capacidades al estilo de Nussbaum, reconociendo que se necesita mucho más para
que una educación contribuya de verdad al desarrollo humano (Nussbaum, 2012).
En este sentido
acompañado de un proceso de reconocimiento más que de caracterización que
trascienda el plano de las limitaciones dadas por los contextos sociales,
económicos y políticos, la mirada a los indicadores en cuanto a bienes y
posesiones materiales y permitiese el verse más allá, en un sentido que
trascienda su subjetividad en términos de derechos y exclusiones. Ese más allá, incluye entre otros sus
intereses, sus capacidades, sus proyecciones, retos y desafíos que “en un orden político aceptable está obligado a
procurar a todos los ciudadanos un nivel umbral de las siguientes capacidades
centrales: Vida, Salud Física, Integridad Física, Sentidos, Imaginación y
Pensamiento, Emociones, Afiliación, Otras Especies de Juego y Control sobre el
propio entorno (Nussbaum, p. 53. 2012).
Articulación con el Modelo de
Orientación Transicional para el Sentido de Vida
En este apartado se
describen algunas relaciones entre el Modelo de Orientación Transicional para
el Sentido de Vida con la Experiencia Pedagógica.
Pensarse y Pensarnos, El primer paso resulta ser el más difícil.
Eje pedagógico. Sentido de la Vida Académica-Laboral Conciencia Crítica
Aptitudinal (Aprendizajes Conceptuales)
Su construcción e
implementación, se ha desarrollado a través de constantes prácticas de
reflexión, acción y participación que además de contribuir a la consolidación de
escenarios de paz, permiten el desarrollo de una ciudadanía y convivencia
responsable donde se aporta significativamente en la formación de estudiantes
como sujetos empoderados, creativos y críticos de los diferentes grados de
Ciclo Inicial y Básica Primaria.
A partir de Borja, 2018, se plantea
este dar sentido,
“-haciéndolo consciente- a su
entorno, al mundo de la vida, es una tematización de la conciencia crítica
(desde la fenomenología) y su aplicación en el aula/escuela. La agencia es
darse cuenta como le damos sentido a nuestro mundo “escolar”, con el
agenciamiento, deconstruyendo para reconstruir y repensarnos, construyendo, los
agenciamientos (movimientos), como una acción “innovadora” de transformación”
(p. 24).
Uno de los principales
logros de la experiencia pedagógica, ha sido la promoción del trabajo en equipo
por parte de los docentes de aula y docente directiva coordinadora,
reconociendo al colectivo de maestros como comunidad que crea y construye
conocimiento a través del liderazgo pedagógico del directivo docente,
transitando la Institución Educativa de manera paulatina hacia una organización
que aprende. Esto parte del reconocimiento del rol del coordinador en torno a
la gestión y el liderazgo escolar articulado con el docente, reconociendo los
desafíos de la gestión escolar y en consecuencia liderazgo en procesos de
mejora y por último el rol del coordinador en los proyectos de vida de los
estudiantes. Esto conduce, a esta
relación con el Eje Académico-laboral del modelo, “entendido como el
proceso de asesoría pedagógica transicional que se da acorde con las necesidades
de identidad y entendimiento de los orientantes en las transiciones entre
ciclos académicos” a partir de la diferenciación por grados y ciclos que se da
en el material y que tiene en cuenta, entre otros, su proceso biopsicosocial y
el aprendizaje significativo propuesto por Ausubel en ambientes de aprendizaje
programados (DUA- Diseño Universal del Aprendizaje) y en torno a la secuencia
didáctica establecida de manera diferenciada para cada grado implica el diseño
y cumplimiento de programas/proyectos/experiencias para cumplir tareas
académicas en periodos de tiempo auto establecidos como parte de la
autodeterminación, de acuerdo con lo que establece el modelo en este eje.
Diálogo de Saberes: “despacito pero bien andado”
De lo anterior, se deriva
la necesidad de abordar el “pensamiento crítico” desde una postura que inicia
con el desarrollo de habilidades comunicativas en los niveles de lectura,
escritura y oralidad como posibilitadora inicialmente de la participación y en
consecuencia de la construcción de procesos argumentativos. Allí, otra articulación con el modelo en el Eje
Académico-laboral en torno al desarrollo de habilidades comunicativas
específicas dentro de la concepción de “Inteligencia Lingüística que incluye la
comprensión oral y escrita y la expresión oral escrita”, que trasciende el
propósito de optimizar el proceso de aprendizaje, hacia el propósito de
optimizar el proceso de enseñanza. Esto conduce, tanto al disfrute de la
experiencia educativa en calidad de estudiantes pero esencialmente en la
calidad de docente y directivo, adaptándose a las exigencias académicas y
laborales respectivamente. Esto
acudiendo a la reflexión “El primero que debe llegar feliz a la escuela/aula es
el docente/directivo. Transmitir conocimiento es importante es importante pero
la felicidad es fundamental” (Tojeir, 2019).
Por tanto, había que
recurrir a la provocación y seducción porque muchos de ellos han enfilado en la
desidia, en no encontrar sentido a la escuela y por tanto en el desánimo y la evasión
de clases y del sistema escolar, conocido como deserción y retención por
pérdida de año escolar, pero también como consecuencia quizás de encontrarse
con un espejo de adultos que ya no le encuentran pasión ni sentido a la escuela
en la que ejercen su rol académico-laboral.
Después de todo, en el
proceso, el respeto se ha constituido en el fundamento, porque desde el
comienzo se definieron y establecieron reglas concretas. Y nos referimos a
“puesto en el tapete”, para que todos definamos si son estas u otras las que
vamos a adoptar y definir, trascendiendo con ello el de “impuestas” que es lo
que comúnmente solemos acostumbrar a hacer como adultos.
Como resultado de ello se
logró para ese entonces, una reflexión sobre el Proyecto de Vida personal de
los participantes (estudiantes, docentes y directiva), académico-laboral por
parte de los docentes y comunitario por parte de todos. De lo anterior se desprende una mayor
apropiación, en cuanto a que los estudiantes han participado en el proceso de
construcción de los mismos, hablando incluso por los que no tienen voz y es muy
interesante porque en ese grupo de representantes confluyeron estudiantes de
tercero de primaria en adelante en la modalidad de aula regular y desde
procesos básicos en la modalidad de aceleración del aprendizaje. En ese orden
de ideas, lo que presumían otros adultos, era que los pequeños no iban a tener
Proyecto de Vida; Sin embargo, y al contrario de sus predicciones, estos
estudiantes se dieron a la tarea de ser las voces de los ausentes y abogar por
los niños y niñas de Educación Inicial y primer ciclo, aludiendo que desde
pequeños “somos seres que pensamos y sentimos y no sólo tenemos derecho a estar
en ese proceso sino el deber de hacer de nuestro colegio un lugar mejor”.
En estos saberes, se
reconoce la escuela como espacio transmisor de valores y de estrategias que
permiten la transformación de conflictos, no solo donde estos se dan sino donde
se enseña a transformarlos. En este sentido, además de ser el ámbito escolar el
escenario propicio para tramitar y transformar el conflicto, debe promover el
reconocimiento y la autonomía, apoyar el acceso de información para acceder a bienes y servicios sociales,
económicos y culturales y promover la igualdad y la equidad que trasciende en
vivir para manifestarse en una esfera de Sentido de la Vida.
En todo caso, incluye las
directrices emanadas en el apartado de Orientación para el Desarrollo Académico
Transicional en torno a la Cualificación continuada de Habilidades
Comunicativas Específicas.
Transformando
Realidades: de la teoría a la acción, o de “¿cómo hacerlo posible?”
Eje
Orientación para la Vida en Comunidad (Liderazgo empático y Alteridad Asertiva)
Esta experiencia se
enmarca en la dirección y liderazgo, en el rol del coordinador en los proyectos
de vida de los estudiantes y en el área de gestión de la comunidad, donde se ve
reflejada la manera cómo el directivo docente coordinador se convierte en
gestor y promotor de la sana convivencia en la institución y legitima a través
de su actuar, como autoridad de convivencia y referente en la resolución de
conflictos en la escuela lo que denota su papel trascendental en la calidad
educativa de la institución y que tiene su origen en el “Ser Orientador como
un estilo de vida con sentido.”
Desde la mirada del equipo creador de la
propuesta, la experiencia está definida como “una práctica pedagógica
alternativa innovadora y transformadora en la escuela, que aporta a la
construcción de ciudadanía y convivencia desde las diferentes áreas para la
formación integral del Ser”; en este sentido, el programa de formación
desarrollado en las cartillas se propone trascender el horizonte propuesto en
el Proyecto Educativo Institucional denominado “Mi Proyecto de Vida, Camino a
la Excelencia”, para hablar más de Sentido de Vida como eje transversal
reconociendo que el término “Proyecto”, está
más relacionado con una connotación mercantilista propia del fenómeno de
globalización que ha permeado varias esferas cotidianas del ser humano en la actualidad
(Giddens, 2007).
Actualmente, tenemos el
reto de vincular a estos personajes (Paulito y Paulita) de una manera de
interacción más directa de interacción, quienes se enfrentan a situaciones
donde ponen en juego sus habilidades sociales y capacidades ciudadanas, en lo
que el modelo Latinoamericano de Orientación Escolar concibe como “Conciencia
Social y Desarrollo Moral (Kohlberg, adaptado de Brunal, 2014)
La proyección de la
experiencia pedagógica es realizar la evaluación y sistematización de la misma
con el propósito de que pueda ser implementada en otras instituciones
educativas del territorio, además de hacer extensiva la construcción de
material pedagógico a toda la comunidad de estudiantes paulistas tanto de aula
regular como del Programa Volver a la escuela que vincula a población en
condición de extra edad, y, continuar con la articulación curricular en el área
de ética y la cátedra de paz en todos los grados de educación básica y media
desde los ejes propuestos y bajo la perspectiva de la transversalidad como
vemos al modelo.
Otros Resultados Obtenidos
El desarrollo de la
experiencia pedagógica ha favorecido la integración del material pedagógico y didáctico
al plan de estudios de la institución educativa y desde el año 2017 se armoniza
con el área de ética y valores humanos y la cátedra para la paz en las jornadas
mañana y tarde, haciendo un aporte al mejoramiento de la convivencia, el clima
escolar y la construcción de una cultura de paz en la escuela, incidiendo
además en el cambio del nombre del Proyecto Educativo Institucional que se
denomina “Mi Proyecto de Vida…Camina A la Excelencia”.
La investigación frente a
la problematización de la escuela, partió de la vinculación activa de los
integrantes del Comité de Convivencia y del Gobierno Escolar; estudiantes de
último grado, exalumnos, estudiantes representantes de grado tercero a once,
docentes, se socializó y recibió aportes no sólo a través de voz a voz con los
colegas de otros grados y áreas del plan de estudios, además de espacios del
gobierno escolar como consejo académico, consejo de padres y comité de
convivencia.
Logo de la
experiencia: “Paulita y Paulito van felices a la escuela
REFERENCIAS
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