Para
Goleman (Emotional
Intelligence de Daniel Goleman ,1995 citado por Bizquerra[1]) la inteligencia
emocional consiste en:
1) Conocer las propias emociones: El principio de Sócrates "conócete a ti mismo" se refiere a esta pieza clave de la inteligencia emocional: tener consciencia de las propias emociones; reconocer un sentimiento en el momento en que ocurre. Una incapacidad en este sentido nos deja a merced de las emociones incontroladas.
1) Conocer las propias emociones: El principio de Sócrates "conócete a ti mismo" se refiere a esta pieza clave de la inteligencia emocional: tener consciencia de las propias emociones; reconocer un sentimiento en el momento en que ocurre. Una incapacidad en este sentido nos deja a merced de las emociones incontroladas.
Emociones hay muchas pero hay unas primarias o básicas que son la base de nuestro
universo emocional. Las emociones básicas de dividen en cuatro grandes grupos.
La tristeza, la ira, el miedo y la alegría. Veamos para que sirven cada una de
ellas.
·
Tristeza: sirve para aceptar la pérdida de una persona, situación o experiencia. Nos
sirve para darnos un tiempo un espacio hacia dentro. Para reflexionar. Si
esta tristeza dura mucho tiempo pasa a ser un sentimiento. Y entonces es cuando
tenemos que preocuparnos y ocuparnos. Darnos permiso para estar
tristes va a ser importante para poder elaborar los grandes o
pequeños duelos que nos pone la vida delante (pérdida de un ser querido, cambio
de casa, cambio de situación laboral, ruptura de una relación, abandono de los
hijos de casa… ) En una intensidad menor la tristeza es adaptativa.
·
Alegría: sirve para facilitar
el contacto con otra persona. Compartir y expresar hacia fuera. Dentro de
la alegría también entraría la curiosidad y la ternura. ¿Qué pasa si nos
enganchamos a esta alegría? Que a veces se acaba convirtiendo en una falsa alegría, en una alegría fingida. Preguntas del
estilo. ¿Cómo estás? Bien. Cuando en realidad estoy fatal. Permitirnos
vivir otras emociones a parte de la alegría, nos va a ayudar a tener un mayor
abanico emocional y que cuando sea una emoción sea real.
·
Ira: sirve para poner límites, separarnos del otro. decir hasta
aquí. la rabia puede ser positiva si modulamos su
respuesta. Nos sirve para identificar una molestia. Para entrenarnos en la
capacidad de decir NO. Fundamentalmente nos permite expresar nuestras
necesidades.
·
Miedo: sirve para protección, prudencia cuando hay
un peligro real. ¿Qué pasa cuando no hay un peligro real? El
miedo nos puede paralizar e invadir de tal manera que no podamos hacer nuestras
cosas con normalidad. Por tanto el miedo es adaptativo y
nos protege en función de la intensidad. Si me dejo dominar por el miedo, no
voy a poder hacer lo que me propongo. Voy a tener que aprenderlo a gestionar.
2) Manejar las emociones: La habilidad para
manejar los propios sentimientos[2] a fin de que se expresen
de forma apropiada se fundamenta en la toma de consciencia de las propias
emociones. La habilidad para suavizar expresiones fundamentales de ira, furia o irritabilidad es
fundamental en las relaciones interpersonales.
“El
sentimiento es la suma de emoción + pensamiento. Es la experiencia subjetiva de
nuestra experiencia emocional. Según el biólogo Huberto Maturana,
una emoción se transforma en sentimiento en la medida que uno toma consciencia
de ella. Es decir, en el sentimiento interviene además de la reacción
fisiológica un componente cognitivo y subjetivo. Un sentimiento por tanto, se
da cuando etiquetamos la emoción y emitimos un juicio acerca de ella.”
3) Motivarse
a sí mismo: Una
emoción tiende a impulsar hacia una acción. Por eso, emoción y motivación están
íntimamente interrelacionados. Encaminar las emociones, y la motivación
consecuente, hacia el logro de objetivos es esencial para prestar atención,
automotivarse, manejarse y realizar actividades creativas. El autocontrol
emocional conlleva a demorar gratificaciones y dominar la impulsividad, lo cual
suele estar presente en el logro de muchos objetivos. Las personas que poseen
estas habilidades tienden a ser más productivas y efectivas en las actividades
que emprenden.
4) Reconocer las emociones de los demás (Inteligencia
Inter-personal): Un
don de gentes fundamental es la empatía, la cual se basa en el conocimiento de
las propias emociones. La empatía es la base del altruismo. Las personas
empáticas sintonizan mejor con las sutiles señales que indican lo que los demás
necesitan o desean. Esto las hace apropiadas para las profesiones de la ayuda y
servicios en sentido amplio (profesores, orientadores, pedagogos, psicólogos,
psicopedagogos, médicos, abogados, expertos en ventas, etc.).
5) Establecer relaciones: El arte de establecer buenas
relaciones con los demás es, en gran medida, la habilidad de manejar las
emociones de los demás. La competencia social y las habilidades que conlleva,
son la base del liderazgo, popularidad y eficiencia interpersonal. Las personas
que dominan estas habilidades sociales son capaces de interactuar de forma
suave y efectiva con los demás.
Inteligencia
emocional Daniel Goleman - Basado en la definición de Emotional Intelligence de
Daniel Goleman (1995)
Referencias
Daniel Goleman y la Inteligencia emocional- Definición.
[2] “la principal diferencia entre emoción y
sentimiento es su duración, su intensidad, mucho más corta y más intensa en el
caso de la emoción, y que esta última, es una reacción automática de
nuestro cuerpo.”. https://www.psicoemocionat.com/6-diferencias-entre-emociones-y-sentimientos/